Historia

Patrimonio y tradición del sur

LOS VARONES APOSTÓLICOS, S. TORCUATO Y FACE RETAMA (GUADIX)

Según una tradición los varones apostólicos fueron siete discípulos de los apóstoles Pedro y Pablo que después de ser consagrados obispos fueron enviados por estos a Hispania a predicar la palabra de Jesús allá por el s. I. Estos varones eran: Torcuato, Segundo, Indalecio, Tesifonte, Eufrasio, Cecilio y Exiquio. Pudieron llegar desde Roma a las costas de la Bética y llegaron a la colonia Julia Gemela Acci (Guadix). Según la tradición, fatigados del camino, se quedaron en las afueras para descansar, enviando a algunos de los discípulos a la ciudad a comprar víveres, y celebrándose allí las fiestas de Júpiter, Mercurio y Juno, no fueron bien recibidos por los gentiles, sino tratados hostilmente, les hicieron huir y les siguieron hasta el río Fardes, donde milagrosamente fueron protegidos por el hundimiento del puente romano, pereciendo los perseguidores. Ante este suceso milagroso fueron recibidos en Acci por la matrona Luparia, quien se convirtió al cristianismo, pidió el bautismo y levantó una iglesia y un baptisterio.

Posteriormente los Varones se distribuyeron por diferentes lugares para difundir la doctrina cristiana, y así Torcuato permaneció en Acci (Guadix); Tesifonte fue a Vergi (Berja); Indalecio a Urci (Pechina); Segundo a Abula (Abla según unos y Ávila según otros); Eufrasio a Iliturgi (Andújar); Cecilio a Ilíberis (Elvira o Granada), y Esiquio a Carcesa (Cazorla). Es antigua tradición que S. Torcuato, después de haber padecido santamente muchos trabajos, fue martirizado por los paganos en el paraje conocido como Face Retama, distante dos leguas de la antigua Acci, donde hay una ermita y unas cuevas subterráneas en las que fue enterrado. Era una creencia muy arraigada entre los habitantes de aquellas tierras que por las noches se aparecía una luz, vulgarmente conocida como “lumbre de S. Torcuato”, en el mismo lugar donde sufrió martirio. Además, junto al sepulcro del santo florecía un olivo que todos los años en la víspera de la fiesta del santo se llenaba de más flores que hojas, fuera de su tiempo de floración, y por la mañana del día 15 de mayo salían tantas aceitunas cuantas se podían llevar los devotos con cuyo aceite curaban sus enfermedades y dolencias.

LA VIRGEN DE LA PIEDAD DE BAZA Y CASCAMORRAS (BAZA)

La devoción a la Virgen de la Piedad en Baza se remonta a final del s. XV. Recién tomada Baza a los moros, don Luis de Acuña edificaba una ermita sobre las ruinas de una antigua iglesia mozárabe. Esta ermita en 1523 fue entregada a la Orden de la Merced convirtiéndose en convento cuyos frailes mercedarios fomentaron el culto y devoción a la Virgen de la Piedad. Por 1593 hay constancia de la existencia de una cofradía de la Virgen de la Piedad en Guadix que acudía cada 8 de septiembre a la fiesta que organizaba la ciudad de Baza.

Según una tradición se cuenta que tras la reconquista de la ciudad de Baza un obrero de Guadix llamado Juan Pedernal se encontraba demoliendo una pared en las ruinas de una antigua mezquita. Estando en este menester uno de los picotazos tropezó contra la pared y el accitano oyó una voz que dijo: “Tened piedad de mí”. Juan siguió picando y encontró incrustada en el muro la talla de una Virgen. Como él había sido quien la había encontrado quiso traérsela a Guadix, pero enterados los bastetanos de este suceso se lo impidieron y la reclamaron como suya por haberse encontrado la imagen en Baza. Tras múltiples disputas y pleitos se llegó al acuerdo: que, si un comisionado de Guadix conseguía entrar en Baza y llegar a la iglesia de la Merced, donde se encontraba la Virgen de la Piedad, sin que lo pintaran los bastetanos podría llevarse la imagen a Guadix. Esta es la tradición que sirve de base para la fiesta del “Cascamorras”

HUÉSCAR Y LA PUEBLA DE DON FADRIQUE Y SUS SANTAS PATRONAS ALODÍA Y NUNILÓN (HUÉSCAR)

Huéscar y La Puebla de Don Fadrique comparten el patronazgo de las santas navarras Alodía y Nunilón.

¿Cómo unas santas de origen navarro pueden ser las patronas de dos pueblos al norte de la provincia de Granada? Sucedió que el año de 1434 se dio una incursión cristiana a manos de los castellanos en la tierra de Huéscar pasando a ser tierra de Castilla, pero poco tiempo después fue “reconquistada” por los musulmanes hasta que en el año 1488 tras unas capitulaciones volvió a manos de los Reyes Católicos. En 1496 el rey don Fernando el Católico cedía Huéscar y sus tierras limítrofes a su cuñado don Luis de Beaumont, conde de Lerín y Condestable de Navarra.

Alodía y Nunilón fueron dos mártires de Osca, probablemente el territorio de la actual Huesca. En el tiempo en que nos ocupamos Huesca estaba muy unida al reino de Navarra y siendo el primer señor de Huéscar el condestable de Navarra es posible que poblara su señorío con navarros que trajeron con ellos a esta tierra la devoción de las santas mártires que había sido muy próspera en Huesca y Navarra. Posteriormente, en 1580, La Puebla de Don Fadrique, tierra de don Fadrique Álvarez de Toledo, tomó como sus patronas a las Santas. Los vecinos de Huéscar celebran su fiesta el 22 de octubre y los de La Puebla el 28. Ambos pueblos comparten su devoción por las santas Alodía y Nunilón, que tiene su punto culmen el lunes siguiente al Domingo de Pentecostés, normalmente en mayo, con una gran romería a la Ermita situada al pie de la Sierra de la Sagra. Los días anteriores a la romería, siempre en fin de semana, se celebran verbenas, desfile de carrozas, elección de la reina de las fiestas, bailes regionales y otras actividades. Las imágenes de las Santas a lo largo del año pasan un periodo de tiempo en la iglesia mayor de Huéscar y otro en la iglesia de La Puebla.

CARAVACA Y SU CRUZ (CARAVACA DE LA CRUZ)

La Cruz de Caravaca es, según la tradición cristiana, una reliquia de la Cruz en la que Jesucristo fue crucificado y que encontró Santa Elena. Se conserva en un relicario con forma de cruz patriarcal de doble brazo horizontal y de uno vertical en la Basílica del Real Alcázar de la Vera Cruz en Caravaca de la Cruz (Murcia).

Según la leyenda, la Cruz fue milagrosamente llevada al castillo-santuario de Caravaca por dos ángeles.

Según la tradición, siendo emir de la ciudad de Murcia Ceyt Abuceyt, llegó a Caravaca una partida de cautivos cristianos. El emir preguntó al clérigo Ginés Pérez Chirinos, que venía entre ellos, cuál era su oficio, respondiendo éste que lo suyo era celebrar misa, entonces el emir mandó que se preparara lo necesario para satisfacer su curiosidad sobre el ritual cristiano. Al decir el sacerdote que precisaba de un crucifijo para tal menester, aparecieron dos ángeles que, transportando el relicario con el Lignum crucis, lo colocaron sobre el improvisado altar. La milagrosa aparición hizo que el emir y toda su corte se bautizaran.

Once años después de la aparición de la Cruz, el reino murciano pasó al vasallaje del rey castellano Fernando III el Santo. La Cruz sirvió de bandera y talismán contra ulteriores ataques andalusíes, en especial los llevados a cabo por Muhammad ibn Nasr, emir de Arjona y Granada. Con ello, Caravaca se consolidaría como bastión de la frontera hispano-islámica.

La devoción a la Cruz de Caravaca fue extendida por todo el orbe cristiano gracias a la Compañía de Jesús. La ciudad celebra las fiestas patronales de la Santísima y Vera Cruz del 1 al 5 de mayo, reproduciendo con actos, procesiones y desfiles de Moros y Cristianos, el pasado medieval y religioso de la ciudad.

Ánimas, Cascaborras e Inocentes, una cita con la Pascua en Puebla de don Fadrique. Fundamentos Antropológicos y Religiosos de una fiesta Navideña.

El carácter burlesco de muchas de las fiestas populares del ciclo invernal, y más en concreto de las celebradas entre Navidad y Reyes, está fuera de toda duda y se concreta en prácticas humorísticas como cantar coplas o villancicos más o menos graciosos en cuadrillas itinerantes que piden el aguinaldo; armar ruido con cencerros, vejigas, látigos; gastar bromas como cambiar de sitio macetas o animales domésticos; disfrazarse grotescamente como bestia, seres monstruosos, diablo o bien a la manera cómica de arlequín, inocente; escarnecer y ridiculizar a los vecinos mediante pregones de ánimas o testamentos jocosos de fin de año; sacudir el orden jerárquico tomando el pelo a los poderosos, obligándoles a someterse a una autoridad festiva, a la que tienen que obedecer efímeramente; y en general, todo tipo de desenfreno festivo, con particular énfasis en lo cómico y la inversión de roles.

En Andalucía, como en cualquier otra parte de España, hay buenas muestras de este tipo de fiestas, especialmente en los días comprendidos entre el 24 y el 28 de diciembre, pero donde mejor se ha conservado la tradición es en la Puebla de Don Fadrique (Granada), casi limítrofe con Jaén, Albacete y Murcia.

Las fiestas comienzan con un pasacalle de la Hermandad de Las Ánimas y continúan en Nochebuena con la Misa del Gallo. SABER MÁS

Monumento a los caballos del Vino

Peregrinos a Caravaca de la Cruz

Paraje Fuente del Marqués

 

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